Ramón (Kristyan Ferrer), un adolescente duranguense, sobreviviente de un fallido intento de ingreso ilegal a los Estados Unidos, no piensa en otra cosa más que ir a trabajar a otro país. Si no lo hace, sólo tiene como opción, ingresar al mundo del crimen. Su madre y su abuela, que dependen de él para sobrevivir, no sólo no lo detienen, lo alientan y retan a irse. Cuando menos lo espera, Ramón obtiene los medios necesarios para irse a Alemania, con la única certeza de que una conocida de un conocido, lo recibirá en su casa.

Ramón, después de superar diversas dificultades, llega a la casa donde lo recibirán, pero se entera de que la persona ya no vive allí. En ese momento se encuentra sin dinero, sin hogar, sin comida, sin conocidos, en un país extraño cuya lengua desconoce totalmente. Ramón vive varios días en la calle, pide limosna, y enfrenta numerosas calamidades para mantenerse vivo. No puede regresar y no tiene un plan fijo para quedarse.

Unas cuantas personas le ofrecen, ocasionalmente, algo de ayuda. Sin embargo, una de ellas, Ruth (Ingeborg Schöner), se interesa por él y poco a poco le va otorgando diversos medios que mejoran su situación. Finalmente Ramón se instala en el edificio donde vive Ruth, y gana dinero haciendo diligencias y otros favores para los vecinos, al mismo tiempo que entabla una amistad con ellos. Las cosas mejoran para Ramón, hasta que se ve orillado a regresar a México, donde eventualmente recibe noticias de sus amigos alemanes, la cuales le cambiarán su vida.

“Guten tag, Ramón”, de Jorge Ramírez Suárez, egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM y del Centro de Ciencias Cinematográficas, evita la tentación de convertir la historia en una denuncia. Las condiciones económicas y sociales de Alemania y México son marcadamente distintas, pero no son el foco de Jorge Ramírez, son sólo los contextos reales de sus personajes. En uno de ellos, el crimen organizado domina toda una región, la pobreza es extrema, los medios para sobrevivir son escasos y las oportunidades son realmente pocas. En el otro, existe holgura económica, y la seguridad social está prácticamente asegurada. Estas son las realidades de sus personajes, realidades que no se juzgan, sólo se presentan.

El foco de Jorge Ramírez va más allá de lo económico y lo social. El foco es lo psicológico, o quizá, con mayor precisión, lo humano. La película se centra en sacar, desde el fondo de los personajes, las características más humanas y asombrosas. Sí, son características moldeadas por la cultura, pero se comprenden, comparten y admiran universalmente.

De esta manera, la película logra revelar el carisma de un joven mexicano, su perseverancia, su consideración, su humildad y solidaridad. Ramón le resulta agradable a la mayoría de las personas que lo conocen. Se interesa por sus amigos de forma genuina, los respeta y respalda. Es trabajador y se adapta, con valor, a las condiciones que se le van presentando. Nunca se olvida de la familia a la que dejó, desde su nueva residencia, primero les envía dinero, después resuelve sus propias necesidades.

Sus amigos alemanes, por otro lado, son personas solitarias, poco sociables y educadas. Poco a poco se van acercando a Ramón y lo integran en sus vidas, no sólo laboralmente, sino también como amigo. Desde su mundo habitualmente hermético e introvertido, se interesan en en el exótico extranjero y sus necesidades, además de valorarlo por su integridad y trabajo.

Estas características se revelan con mayor notoriedad por la ausencia del lenguaje hablado. Lo que Ramón termina aprendiendo de alemán es prácticamente nada. Lo mismo sus amigos alemanes respecto al español. Sin embargo, durante la estancia de Ramón en Alemania, no sólo se lograron entender para las cuestiones básicas, lograron comunicarse sus personalidades, sus más hondos sentimientos y recuerdos. Quizá éstos no se comprendieron literalmente, pero se entendieron lo suficiente para generar empatía y amistad.

La película también muestra la integración de la juventud con la senectud. Ramón, un adolescente mexicano, logra ser parte de la vida de un grupo de ancianos alemanes, quienes son conscientes del descenso de sus capacidades y de la proximidad de la muerte. Las diferencias, entonces, no son sólo socioeconómicas, son también generacionales. Y de igual manera, estas diferencias no impidieron una conexión profunda, humana, entre los personajes, principalmente entre Ramón y Ruth.

“Guten tag, Ramón” es un film muy refrescante, entretenido y genuino. Utiliza diálogos con un lenguaje natural que le brindan frescura y autenticidad. La historia esta muy bien contada y estructurada, avanza a un ritmo constante, muestra bellas tomas del desierto mexicano y del paisaje urbano alemán, y es acompañada, hábilmente, por la música. Quizá el uso de elementos folclóricos, como el chile y el tequila, sea trillado. Destaca la actuación de Ingeborg Schöner. No sólo logra una interpretación convincente, sólida y conmovedora, sino que, en su ancianidad, luce hermosa y resplandeciente.

Jorge Ramirez nos brinda una historia que resalta que son mayores nuestras coincidencias que nuestras diferencias. Una historia que muestra que nuestro origen y circunstancias no son todo lo que somos, que nuestra esencia como personas no se puede reducir a una nacionalidad. Es la historia sobre un adolescente duranguense y unos ancianos alemanes, quienes perfectamente podríamos ser cualquiera de nosotros.

Calificación de esta película: Tres estrellas

Tráiler

https://www.youtube.com/watch?v=BgdB0LP9TRo

Ficha Técnica

Tipo de producción/Type of Production
Largometraje/Feature

Año de producción/Production Year
2013

País/Country
México-Alemania

Duración/Running Time
118 min.

Dirección/Director
Jorge Ramírez-Suárez

Producción/Producer
Jorge Ramírez-Suárez, Thierry Potok, Jorge EduardoTocayoRamírez

Guión/Screenplay
Jorge Ramírez-Suárez

Fotografía/Cinematography
Carlos Hidalgo, AMC

Edición/Editing
Jorge Ramírez-Suárez, Sonia Sánchez, Sam Baixauli

Sonido/Sound
Norman Serna, Roland Rebscher, Nacho Soto, Karim González, Bernardo Brieño

Música/Music
Rodrigo Flores López

Dirección de arte/Art Direction
Florent Vitse