La serie sobre la venganza de un diputado tras no ser elegido por el nuevo Presidente de los Estados Unidos como su secretario de Estado tomó al mundo por sorpresa y con apenas 13 capítulos y una primera temporada, se alzó para convertirse en una favorita del público.

Y ahora que nos la hemos echado completita, nos deja con síndrome de abstinencia. No queremos ser los únicos, así que en lo que esperamos la salida de más capítulos te recordamos las razones por las que tendrías que estar viendo ‘House of Cards’sí o sí:

10. ‘House of Cards’está rompiendo parámetros, y ni siquiera lo decimos de manera figurada. ‘HOC’ es única y primeriza en su género. Previo a su estreno, Netflix era conocido por ser básicamente un Blockbuster en Internet. ¡Pero no más! Ahora el sitio se posiciona no sólo como productor de contenido original, pero además de un contenido que compite en calidad contra las grandes. Y con esto queremos decir HBO.

9. ¡Qué elegancia la de Francia!Nos obsesiona la forma en la que todo lo que sucede en ‘House of Cards’parece haber pasado por un curso intensivo de clase, finura y refinamiento. Desde una puñalada por la espalda hasta una bien merecida mentada de madre (bien camuflada entre palabras rimbombantes), los personajes de ‘House of Cards’son tan inteligentes que no necesitan utilizar maniobras ni lenguaje ordinario para dar una buena cachetada con guante blanco. ¡Tanto que les tienen que aprender los chicos de ‘Jersey Shore’!

8. Kevin Spacey y Robin Wright son más malos que cenar sandía ¡y los amamos por eso! Tenemos que ser sinceros, hace mucho que la televisión no nos presentaba un par de antihéroes que amáramos tanto odiar. Él como Frank Underwood y ella como su esposa Claire, manejan al congreso, staff de la Casa Blanca e incluso al mismísimo Presidente de los Estados Unidos como si de muñecos en un teatro guiñol se tratara. No se tientan el corazón para arruinar o destruir a una persona, ni se detienen a pensar en las consecuencias de sus actos. ¡Esos son malos y no los de Batman!

7. Parte del amor que le tenemos a la serie, hemos de reconocer, es mero masoquismo. Ver cómo se maneja el mundo de la política: tan corrupto, tan lleno de complots, de estrategias descorazonadas, repleto de lobos en piel de oveja, nos duele (por saber lo cierto que es), pero nos emboba a la vez. Odiamos que los senadores, los diputados, los jueces y presidentes puedan ser tan fácilmente comprados, pero amamos que ‘House of Cards’nos presente el fenómeno de una manera tan cruda y adictiva.

6. Dos palabras: Kate y Mara.La hermana mayor de Rooney, Mara (alias Lisbeth Salander, la chica del dragón tatuado) se lleva la serie. Como la reportera Zoe Barnes del Washington Herald, y aliada número uno de Frank Underwood, Kate le da todo un nuevo significado al término “bitch”palabra que le dedican continuamente en la serie. Si Kevin Spacey y Robin Wright son los hilanderos de esta trama, Kate Mara es la rueca que convierte el hilo en telar. Amamos su ambición, amamos la forma en la que enfrenta a sus jefes y políticos por igual, y amamos, ante todo, que, pese a que demuestra una y otra vez ser francamente una villana, no podemos dejar de esperar que las cosas salgan a su favor.

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