Por Omar Morales

El arte es una reacción que corresponde al accionar de la realidad, pero ¿cuál de esas dos realidades, valga la redundancia, es más real? La década de los sesenta del siglo pasado fue particularmente violenta: asesinatos políticos, represiones y matanzas estudiantiles, Vietnam. La juventud respondió con movimientos contraculturales basados en los ideales de paz y justicia, quizá la manera en que los ejecutaron no fue la mejor pero en esencia tenían razón: lo que el mundo necesita es respeto y amor.

A mi gusto de lo más interesante de la época, musicalmente hablando, fue la psicodelia (The Piper at the Gates of Dawn, The 5000 spirits or the layers of the onion, Surrealistic Pillow, The family that plays together, etc…) que siendo rigurosos ha estado presente en el rock desde entonces, con etapas mucho más fructíferas que otras y resultados irregulares pero se ha mantenido.

En 2007, un par de jovencitos norteamericanos conquistaron oídos por todo el mundo y vendieron más de un millón de copias de un disco basado en este movimiento, Oracular Spectacular. Ante el éxito comercial de MGMT la industria discográfica volvió a abrir la llave de la psicodelia y la moda multicolor nos ha dado algunas sorpresas. Por ejemplo, no hemos cerrado el primer mes de 2013 y tres discos construidos con base en esta estética me han atrapado desde el primer encuentro: las segundas entregas de la Unknown Mortal Orchestra, Widowspeak y Foxygen. En los 60, la psicodelia fue parte de una respuesta social a la violencia y lo que cabe reflexionar es si este renacimiento ha sido provocado, otra vez, por los mismos motivos. Pero por lo pronto, música…

Los integrantes de Foxygen tienen apenas 22 años pero llevan 8 haciendo y compartiendo música juntos. Como un cliché dramático en la historia del rock, estos muchachos se conocieron en la secundaria compartiendo ídolos musicales y anhelos, y en poco tiempo pasaron de la contemplación auditiva a la composición. En 2011 quemaron un CD con las canciones que ellos mismos habían grabado en un estudio casero y se lo entregaron al músico y productor Richard Swift (The Shins) después de que éste terminara un concierto. Ya dije que su historia es un cliché así que la siguiente línea es obvia: hace unos días Foxygen lanzó a la venta un disco producido por Swift que sin duda inundará las listas con lo mejor del año. Es un título largo y pretencioso que sugiero se aprendan porque será mencionado innumerables ocasiones: We Are the 21st Century Ambassadors of Peace & Magic.

Lo que sorprende de este disco es la naturalidad de su concepción y ejecución. Sabemos que cuando una fórmula funciona es aplicada hasta el hartazgo. Muchos de los discos que se producen en nuestro tiempo intentando emular el pasado resultan una gran mentira y no pasan de ser falsificaciones chafas. La diferencia con Foxygen, y algunas excepciones más, es que sus integrantes llevan años escarbando en los archivos del rock por una curiosidad genuina y han sabido asimilar sus principios. Este dueto suena por momentos a Jefferson Airplane, a Spirit, Velvet Underground, Grateful Dead, Buffalo Springfield, The Fugs, a los Byrds y hasta a los Rolling Stones, Elvis Presley y The Beatles, pero más que una simple fonocopiadora son un gran catalizador de todas esas influencias.

We Are the 21st Century Ambassadors of Peace & Magic es un disco breve y contundente con apenas 9 canciones y 37 minutos de duración que, si se es un enamorado del rock, puede escucharse fácilmente una y otra vez y cantarse y bailarse sin llegar al aburrimiento. Dominan los cambios de tempo, las letras oníricas y las armonías multicolor. Y apenas tienen 22 años…

Foxygen — “Shuggie” from Lance Alton Troxel on Vimeo.