Por Omar Morales

El legado de Nina Simone es sagrado, digno de veneración y respeto. Su avasallador estilo vocal, su combinación de jazz, gospel, pop y música clásica, su personalidad magnética e hipnótica, sus letras rebosantes de poesía, su forma de apropiarse canciones ajenas y su espíritu combativo en defensa de su raza son inigualables. Para reinterpretar a Nina Simone se requiere valor y para triunfar en la intentona hace falta mucho talento. Pues con este disco Meshell Ndegeocello ha demostrado que tiene agallas e ideas musicales fuera de lo ordinario.

Pour Une Âme Souveraine es el décimo disco de estudio de la compositora, cantante, bajista y productora de 44 años, nacida en Berlín y criada en Washington, Meshell Ndegeocello, cuyo verdadero nombre es Michelle Lynn Johnson. En marzo de este año ofreció un concierto homenaje a Nina Simone en Harlem. Éxito rotundo. De ahí el ánimo de encerrarse un par de semanas en el estudio de grabación y registrar el tributo. Cuatro músicos: Meshell Ndegeocello en bajo, voz, arreglos y producción; Chris Bruce en guitarra arreglos y producción; Deantoni Parks se encargo de las percusiones y Jebin Bruni de los teclados. Para acompañar el canto de Meshell invitaron a Toshi Reagon, Sinead O’Connor, Cody Chesnutt y Valerie June.

Lo atractivo de este disco no se limita al linaje de las canciones, Meshell y sus cómplices hicieron lo que Nina sabía mejor: apropiarse de composiciones ajenas, deconstruirlas y volverlas a parir con espíritu renovado. La música de Simone ha sido remezclada y reinterpretada en muchas ocasiones con resultados irregulares, algunos que se olvidan de inmediato y otros que alcanzan cierta suficiencia. Este no es el caso, no creí que alguien fuera capaz de otorgarle un nuevo carácter a lo hecho por Nina Simone, versiones de su música que emocionan y sorprenden.

El disco no tiene desperdicio, cada track tiene un gran valor musical, pero a mi gusto “Be my husband”, “Sea line woman”y “Four women” se llevan las palmas. Si no conocen el legado musical de Nina Simone y tienen el prejuicio de enfrentarse a algo anticuado, este homenaje es perfecto para que lo escuchen con nuevos bríos. Por otro lado si le rinden pleitesía y consideran que sus canciones no deben ser profanadas, creanme que el trabajo de Meshell Ndegeocello no da lugar a la decepción. Pour Une Âme Souveraine es un disco que vale por su origen y por los nuevos colores que ha otorgado a paisajes antes vistos. Sugiero lo escuchen sin ideas preconcebidas y con mucha atención, creo que no se arrepentirán…