Laura Marling es una mujer admirable:toca tres instrumentos (guitarra, bajo y piano), canta, compone letra y música de sus canciones,ha editado cuatro discos de calidad envidiable e incuestionable,en 2011 se llevó a casa el Brit Award a mejor artista femenina, tiene apenas 23 años de edad y 5 de carrera profesional (ejemplos sobran de trayectorias enteras que no logran ni la mitad). En 2008 presentó su debut fonográfico “Alas, I cannot swim” y desde entonces sus habilidades musicales no han parado de crecer. El talento natural y la magia que caracterizan a los grandes compositores la han acompañado desde el inicio, pero las formas paulatinas y constantes en las que ha desarrollado sus capacidades líricas, melódicas y armónicas son para aplaudirle de pie y por varios minutos.

Laura Marling es un catalizador de herencias musicales (un crisol en el que se mezclan los legados de varios grandes), al escuchar sus canciones es inevitable pensar en la potencia acústica de Led Zeppelin, en la abrumadora melancolía de Joni Mitchell o en la poética de Bob Dylan. Pero no acuso falta de imaginación porque su personalidad acústica se impone a toda referencia posible, Laura suena a Laura por encima de los recuerdos. Sus creaciones son cada vez más elaboradas y complejas, para ejemplo la apertura de su nuevo disco cuyas primeras cuatro canciones forman unasuitedel mismo número de movimientos que dejan muy en claro de lo que esta joven inglesa es capaz, y con las que además construyó una gran pieza cinematográfica titulada “When brave bird saved”.

Laura Marling – “When Brave Bird Saved” from Revel Pictures on Vimeo.



Once I was an eaglees un trabajo de espíritu artesanal confeccionado a cuatro cabezas: voces y guitarras de Laura Marling, violonchelo deRuth de Turberville, el tecladistaPeter Roecorrect y el productor y multi-instrumentistaEthan Johns. Impresiona el hecho de que la señorita Marling grabó todas sus intervenciones (de voz y guitarra) en una sola toma sin necesidad de repeticiones, pocos artistas con tanta precisión y valor. Su canto posee un timbre privilegiado que se reconoce fácilmente y sus líneas de guitarra son hipnóticas. El trabajo de producción presume pulcritud:una grabación viva conpocos elementos bien ubicados en el espacio sonoro y poco maquillaje de estudio. Es un disco lento pero no aburrido, largo pero no pesado porque fue construido con una gran cantidad de matices y emociones: es furioso, alegre, nostálgico y atemporal, experimenta al tiempo que recurre a la tradición.

Once I was an eagledemuestra que las posibilidades delfolkno se han agotado, las nuevas canciones de Laura Marlingconmueven y encantan sin recurrir al melodrama, su sonoridad envuelve sin recurrir al artificio y sus melodías se adhieren a la memoria sin necesidad de clichés. Calculo que su popularidad no corresponderá a su calidad, pero un disco que evita obviedades merece atención, y mucha…