Por: @juanchulfo

Cuando se habla de los Kings of Leon me siento obligado a contar su historia, no por presunción, sino para entender quiénes son, de dónde vienen y por qué suenan así. En fin, la biografía es esta: Caleb (voces) Nathan (batería) y Jared (bajo) son hermanos, hijos de un predicador pentecostal que tuvo problemas de alcoholismo severos. Por su parte, Matthew es simplemente el primo. Todos comparten la sangre de la familia Followill. Son oriundos de Nashville,Tennessee y sus influencias se reflejan de forma clara en su primer trabajo de estudio.

Holly Roller Novocaine,elprimer EPresultó ser un gran material. Contiene canciones enérgicas, con ese toque que revive el sonido viejo con nuevas voces. Sin embargo,Youth and Young Manhood fue el álbum que se encargó de llamar la atención de los medios alrededor del mundo. El encanto de la familia Followill, sus grandes cabelleras, su vello facial y guitarras sucias era lo que necesitaba la escena musical. Mientras la tendencia tomaba un giro hacia las percusiones y sintetizadores, King Of Leon llevaban el rock sin pretensiones a las grandes ligas.

El encanto de su apariencia desaliñada y guitarrazos crudos funcionó hasta 2008 cuando lanzaron Only by The Night,el disco que los catapultó a convertirse en los grandes nombres de la escena. ‘Sex on Fire’ y ‘Use Somebody’ hicieron que su música sonara en todas las estaciones de radio en el mundo. Se convirtieron en verdaderos reyes y, lamentablemente, no lo supieron manejar.

En 2010 editaron el Come Around Sundown su quinta entrega de estudio y el disco que marcó su caída. La sorpresa sonora y fuerza del Only By The Night desapareció. Su nuevo sonido ya no proponía, ya no experimentaba nada. La única pieza rescatable del disco es ‘The End’, tema que empezaba a caer en lo monótono, en la ruta fácil. Intentaba seguir la fórmula creada por ‘Use Somebody’.

[video:https://www.youtube.com/watch?v=izzY55ACUQo]

Mechanical Bull es un disco que llegó con muy poca expectativareferente a la nueva dirección del sonido de Kings Of Leon. Cuando compartieron ‘Supersoaker’, el primer sencillo del disco, de inmediato supimos que no habían emprendido un viaje de experimentación o madurez, sino, siguieron con su fórmula de cabecera: la voz desafinada de Caleb, guitarras predecibles, pero eso sí, un gran trabajo en el bajo por parte de Jared Followill.

‘Rock City’ es la siguiente pieza que suena a rock sureño. Sin más que agregar, damos paso a ‘Dont Matter’ que empieza con un riff crudo y lineal que da paso a un coro insípido y carente de fuerza. Quizá la canción más plana del disco.

Otro tema que llama la atención es ‘Family Tree’ pero no por su calidad musical, sino por la falta de la misma. La genialidad de temas como ‘On Call’ o incluso ‘Joe’s Head’ quedó atrás. El séptimo track del disco parece una canción compuesta por Billy Ray Cyrus: rock sureño sin nada qué ofrecer.

En fin, Mechanical Bull es una pena, tomando en cuenta que los Kings Of Leon tienen un talento impresionante, o al menos eso demostraron en sus cuatro primeros discos. Saben cómo experimentar, saben cómo hacer buena música; pero también saben cómo mantenerse cómodos en un lugar que les asegura presentaciones llenas de fans, pero poca relevancia musical. Ojalá decidan dar un vuelvo a su carrera, de lo contrario caerán en la categoría de bandas como Coldplay que ofrecen el mismo sonido disco con disco.

Pero no, se supone que los Kings Of Leon son diferentes.

[video:https://www.youtube.com/watch?v=izzY55ACUQo]