Por Omar Morales

Mi relación musical con la obra de Julieta Venegas es de amor-odio: califico sin pudor algunas de sus canciones como joyas del pop mexicano, mientras que otras me son francamente insoportables. Las líneas vocales, el trabajo armónico y las letras de “Como sé”, “Sería feliz” y “Eres para mí”, por ejemplo, demuestran capacidades fuera de lo ordinario en el género. Pero aunque reconozco sus grandes valores de producción y efectividad comercial, soy intolerante a la simplicidad lírica mezclada con ritmos afroantillanos y melodías norteñas de sus éxitos “Andar conmigo”, “Me voy” y “Bien o mal”.

A finales del año pasado, en entrevista con Chava Rock, Julieta describió su nuevo trabajo de estudio: “Si sumas todos mis discos sale éste. No hice un Aquí ni un Bueninvento, pero tampoco es un , es como si se mezclaran todos y lo que sale es Los Momentos. Yo escucho en este disco a una artista menos ocupada del éxito comercial, abocada en la autocomplacencia y el desahogo, e interesada en nuevas exploraciones tímbricas y temáticas al coquetear con el electropop y cambiar el acordeón por sintetizadores y las letras absurdamente felices por la nostalgia.

JULIETA VENEGAS – TE VI from Hernan Corera on Vimeo.

Julieta Venegas produjo “Los momentos” en su propio estudio junto a Yamil Rezc (Hello Seahorse!, Le Baron, Los Bunkers); ella misma fue grabando las maquetas de las canciones conforme las iba componiendo; invitó a Ruben Albarrán, Ana Tijoux, Natalia Lafourcade y Ceci Bastida (entre otr@s); se tomó las cosas con calma y consiguió un disco coherente, rítmicamente diverso, con sonidos poco explorados en sus trabajos anteriores, arreglos minimales y precisos, y (a mi gusto) sus letras más interesantes. Julieta suele ser una compositora bipolar: o se enreda con metáforas intrincadas o recurre a líneas que abusan de la simplicidad; camina sobre armonías ligeras o le gana el peso de los adornos innecesarios, y creo que en este disco encontró un balance adecuado entre ambos estilos. Musicalmente ha seguido la regla no escrita de “menos es más” y no encuentro en las canciones elementos de sobra, y sus letras nos lanzan anzuelos como: “Hoy amo de verdad, veo lo que es, lo siento atravesándome. Hoy voy a acariciar toda mi ansiedad…”. Coros infantiles, sintetizadores, guitarras acústicas, piano, cuerdas, percusiones acústicas y electrónicas, acordeón, todos los sonidos en el plano correcto.

La carrera de Julieta Venegas es envidiable: su nombre es una marca reconocida y es una compositora libre, comercialmente exitosa y aplaudida; no ha dejado de explorar nuevos terrenos en cada uno de sus discos y ha labrado una voz musical sólida. Ha sabido transformarse con los años y, aunque es la misma, es difícil identificar a la Julieta del ska rabioso en “Pobre de ti” con la malabarista armónica en el tango que le da título a su nuevo trabajo de estudio. Probablemente no logre el nivel de ventas de sus discos más populares, pero a mi gusto “Los momentos” es la pieza fonográfica más sólida en la carrera de Julieta Venegas.