Por: Omar Morales @OmarInMorales

¿Cómo hablar públicamente de los excesos de la iglesia católica sin ser apedreado por sus fieles? ¿Cómo señalar la estrechez de criterio de los líderes de la izquierda mexicana sin ser acusado de mercenario? ¿Cómo analizar las debilidades del América sin arriesgar la salud ante la reacción de sus hinchas?… Predicamento similar surge cuando a uno le pagan por ser crítico con el nuevo disco de una leyenda viva, sobre todo cuando el titán en cuestión es uno de los líderes espirituales más poderosos en la historia del rock.

Lo que BruceFrederick JosephSpringsteenZirilli (akaThe Boss) ha logrado en 44 años de carrera es para ser venerado:18 Lp’s de estudio con120 millones de copias vendidas (ocupa el decimoquinto puesto de los músicos estadounidenses en este ranking), portadas en Time y Newsweek el mismo año (1975), 20 premios Grammy, miembro del Salón de la Fama del Rock desde 1999, un premio Oscar y dos Globos de Oro,un planeta menor lleva su nombre (el 23990 descubierto en 1999 por el astrónomo I.P. Griffin), el Polar Music Prize de 1997, considerado por algunos críticos como el Nobel de la música… El caso es que Mr. Springsteen ha dignificado con creces su apelativo, he is The Boss.

Pero los jefes, genios, maestros, titanes, virtuosos también se equivocan… He leído a algunos críticos de tecla floja calificando este disco como una decepción y no estoy de acuerdo, es cierto que High Hopes está lejos de las cumbres musicales de El Jefe (Born to run de 1975, Darkness on the edge of town de 1978, Nebraska de 1982,Born in the USA de 1984, The Ghost of Tom Joad de 1995 y The Rising de 2002)pero decepcionante me parece que no es.

High Hopes es más bien un disco atípico, una nueva receta que tiende a provocar insatisfacción, que no terminó de cuajar. Springsteen ha grabado discos con material ajeno (We shall overcome: The Seeger Sessions de 2006) y ha editadorecopilaciones con cancionesrechazadas de sus propios discos (Tracks de 1998 y The Promise de 2010). Pues High Hopes es un extraño híbrido de estas fórmulas con ingredientes añadidos. Junto a la E Street Band y 19 músicos invitados, El Jefe registró nuevas versiones de viejo material propio y ajeno.

Springsteen tenía por costumbre hacer álbumes conceptuales con la obsesión de crear secuencias musicales perfectas, sin huecos ni canciones de relleno. Para Darkness on the edge of town, por ejemplo, grabó más de 50 canciones y al final imprimió sólo 10. Pero ahora rascó en el baúl de los demos, los deshechos, las clásicas en directo y trató de dar unidad a una serie de canciones que de inicio no la tenían. Un álbum forzado, pues (tan forzado como la participación musical de uno de sus invitados).

Creo que High Hopes tiene dos grandes debilidades: la disparidad de sus canciones y los malabares de Tom Morello en la guitarra. De sus 12 tracks cuatrome parecen contundentes y emocionantes, el asunto es que de esos cuatro, dos son covers. El resto va de lo aburrido a lo dispensable. Springsteen declaró que la complicidad con Tom Morello lo ha revitalizado, yo reconozco y respeto sus habilidades como instrumentista (no cualquiera consolida una sonoridad icónica como él) pero me parece que su barroquismo ensucia las armonías de este disco (pertenece a la estirpe de los guitarristas que no saben estarse quietos y trabajan a favor de su lucimiento personal, ignorando las necesidades de la canción que están interpretando). De hecho una de las canciones en las que no participa es de las más disfrutables del disco.

No, High Hopes no está en la lista de los mejores discos de Bruce Springsteen y el supuesto accidente en el que Amazon lo puso a la venta tres semanas antes de su lanzamiento oficial parece más un truco promocional, pero cuatro de sus canciones son muy potentes y la voz de El Jefe ha madurado con buena salud. Mis favoritas: High Hopes, Just like fire would, Heaven’s wall y Frankie fell in love. En resumen, es posible hacer un gran Ep de este Lpdesabrido de Mr. Springsteen.