Por: Omar Morales

A mediados de la década pasada los paradigmas comerciales de la industria musical fueron pisoteados por una nueva generación de artistas y consumidores. Ambos bandos estaban cansados de los abusos y anacronismos de las pesadas y cada vez más lentas compañías discográficas transnacionales, e impulsados por una inflamable combinación de desesperanza y desesperación transformaron los hábitos musicales del mundo en un contexto tecnológico favorable. La ecuación estaba condenada al fracaso, pero la explotaron con avaricia hasta el cansancio: las fonográficas invertían recursos humanos y económicos produciendo discos y junto con las tiendas de venta directa al público se quedaban con la mayor parte de las ganancias. Por ejemplo, si llegaron a pagar 200 pesos por la edición física de uno de sus discos favoritos, tengan por seguro que el artista, en el mejor de los casos, no recibió más de 10. La revolución digital ha llevado a que las disqueras y las disquerías poco a poco vayan quebrando y a que los músicos sean cada vez mejor remunerados (cuando logran vender un disco, claro). El caso es que en menos de 10 años la industria está de cabeza y la música grabada ha dejado de ser un negocio injusto para convertirse en una gran herramienta promocional. Por supuesto que se siguen vendiendo CD´s en el mundo y que las prácticas abusivas no se han erradicado, pero no hay marcha atrás…

Arctic Monkeys – ‘I Bet You Look Good on The Dancefloor’ from Agile Films on Vimeo.

Los Arctic Monkeys son ícono de esa nueva generación de músicos que concibieron la distribución de su trabajo de forma distinta a la tradicional. Cuarteto formado en 2002 en un suburbio de Sheffield, Inglaterra, sus integrantes nacieron entre 1985 y 86. En 2003 comenzaron a dar modestos conciertos, grabaron algunos demos con sus primeras canciones, ellos mismos hicieron discos compactos con esas grabaciones que regalaron en sus shows, los fanáticos compartieron el material por internet y ahí se gestó la bomba. Para 2006 los Arctic Monkeys se estrenaron con el disco Whatever people say I am that´s what I´m not y se convirtió, gracias al gancho de las canciones y al entusiasmo de sus fanáticos en la red, en el disco debut que más copias ha vendido en el Reino Unido durante la primera semana, con 363,735 ejemplares en siete días. ¡Sorpresa! Regalar música puede ser una poderosa herramienta promocional…

Con su quinto Lp de estudio, AM, los Arctic Monkeys confirman ser los cachorros más despiertos de su camada. La mayoría de sus coetáneos se han diluido o estancado mientras que ellos han robustecido y potenciado sus capacidades musicales. Comenzaron como una banda de técnica musical básica, directa, rasposa y frenética, y siete años después de sus pininos es notorio su desarrollo como compositores, arreglistas e instrumentistas. AM es un disco de frágil y complejo equilibrio entre suaves melodías pop y sólidos riffs de guitarra, ambos lados sostenidos por una de las mejores bases rítmicas de su contexto. De la dulzura de Mad sounds a la rudeza de R U mine, a este disco no le sobra nada. AM fue creado con la imaginación musical suficiente para llenarlo de matices: cursi, salvaje, sexy, melancólico, festivo, optimista, melodramático, oscuro, poético y divertido…

Alex Turner ha crecido enormidades como vocalista y letrista, pero el poder de los Arctic Monkeys radica en el trabajo armónico del cuarteto, en la fuerza de conjunto. Por ejemplo, los coros en falsete y espíritu soul de Nick O´Malley (bajista) y Matt Helders (baterista), lejos de sonar forzados decoran con mucho tino los paisajes de AM. Además son artistas francos y poco pretensiosos, reconocen las influencias de Outkast y Black Sabbath en este trabajo, y admiten sin pudor el haberse robado la idea del título (AM) del disco recopilatorio VU de The Velvet Underground.

Para este disco se olvidaron de la atmósfera garage y se concentraron en el trabajo de estudio. Sin abusar del efectismo y el maquillaje, lograron junto a James Ford y Ross Orton una producción impecable con Josh Homme (Queens of the Stone Age), Billy Rider Jones (ex The Coral) y Pete Thomas (Elvis Costello) como invitados. Los Arctic Monkeys ya dominan tanto las salas de grabación como los escenarios y, a mi gusto, AM es el disco más emocionante e interesante que han editado a la fecha, capaz de complacer a los críticos, fanáticos y de granjearles nuevo público. Mis canciones favortitas: Arabella y Snap out of it.

Omar Morales

ARCTIC MONKEYS [Why’d You Only Call Me When You’re High?] from nabil elderkin on Vimeo.