Isamu Noguchi fue un artista estadounidense cuya principal línea de trabajo fue la escultura, aunque incursionó también en otros campos como la arquitectura del paisaje, la escenografía y el diseño de inmobiliario.

Los parques de Noguchies una exposición en el Museo Rufino Tamayo que se enfoca a esta vertiente de su trabajo: los parques y el diseño de espacios públicos. La preocupación detrás de esto es permitir que aquél que asista a éstos, pueda explorar y explotar las posibilidades lúdicas del movimiento.

Es una exposición muy completa en la que se muestran, entre otras cosas, las maquetas hechas para algunos de estos parques: es la primera vez, hay que decirlo, que se muestran en México.

También se muestran fotografías de estos espacios en las que se puede apreciar en su totalidad el trabajo realizado, o por lo menos el resultado desde las alturas pues incluso existe el planteamiento de que, desde el aire, es la única manera de poderlo hacer.

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Noguchi. (Cortesía.)

Quizá la parte más divertida –y la mejor–­ de la exposición es la final. Se ha reproducido el Octetra, los columpios, las cajas y el aro metálico diseñados por Noguchi; están disponibles para que todos puedan usarlos, para que puedan experimentar de primera mano algo de su trabajo. Un gran acierto de la muestra y lo que le agrega otro motivo para ir a verla.

Noguchi pudo aprender de personajes importantes como Gutzon Borglum (el autor del Monumento Nacional Mount Rushmore), colaborar con la coreógrafa Martha Graham y hasta tener una aventura con Frida Kahlo en su estancia en la Ciudad de México, donde le fue comisionado hacer un mural en el mercado Abelardo Rodriguez, titulado La historia de México.

La gama de su trabajo es amplia, pero se podría decir que en su escultura están las bases del resto de su producción. En las obras de este tipo podemos apreciar un profundo interés por la forma, hay un coqueteo con las posibilidades del material, pero no llegan a pesar tanto como lo anterior: lo sintético –lo limpio- de su trabajo remarca esta característica. También encontramos una preocupación por el espacio y la manera en que se puede convivir con él desde la corporalidad humana. Estos aspectos son los que se encuentran una y otra vez en todo lo que hace.

Su trabajo está distribuido por todo el mundo: su Twin Scuplture se encuentra en la ciudad de Múnich, su Red Cube en el HSBC Building, en New York, es el autor del Jardín Japonés ubicado en las oficinas de la UNESCO, en París; de los jardines para las oficinas de la IBM, en Atlanta; del Bayfront Park un parque público ubicado en Miami, y del Billy Rose Sculpture Garden, en Jerusalén, Israel, entre otros.

La exposición en el Tamayo es corta pero suficiente para mostrarnos esa vertiente del trabajo de Noguchi que, aunque se presente de forma arquitectónica, es una extensión de todo su planteamiento escultórico.

Los parques de Noguchi
Museo Rufino Tamayo
Del 11 de mayo al 9 de octubre
mar-dom 10-18 h, $60, dom $0

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