México, DF. 1984

Daphné Bally estudió artes
plásticas en Boston y después regresó a México para continuar en La Esmeralda.
Su trabajo se desarrolla mucho más en dibujo y acuarela pero el uso de las
palabras la llevó a realizar la instalación Violence. Esta instalación se fue
formando de textos recopilados de La Jornada Online (2007 y 2008) sobre la
violencia que gira entorno al narcotráfico. Resultó en un cómic que narra una
historia ficticia basada en la realidad, de un cuerpo decapitado que se
despierta en una maleta y sale a buscar su cabeza sin lograrlo; es una historia
que sigue y sigue buscando topar el horror con la comedia.

Esta pieza juega con el nexo ineludible que existe entre muerte, sexo y violencia. Añadiendo a la ecuación el humor como catalizador.

Sobre la importancia de la
memoria realizó la serie de dibujos Loose Ends en 2009. Se trata de postales
desarrolladas a partir de recuerdos de ella misma documentados en fotografías.
Aquí explora la posibilidad de repetir las cosas para volverlas a vivir y
asegurar la experiencia en la memoria, del como la memoria cobra la importancia
de ser la que confirma nuestra existencia.

La memoria como ejercicio de revisitar la historia propia, una y otra vez: desmenuzando y reconstruyéndola. Repetir para satisfacer el deseo de recordar, para estar segura de haber vivido.

Su trabajo es un reflejo
emocional de las investigaciones en las que se sumerge porque se deja
involucrar mucho con esas situaciones. En sus series lo de menos es la plataforma
que utiliza puesto que esos viajes nos envuelven en delirantes y abrumadores
estados.

Actualmente está
exponiendo junto con 400 artistas en la exposición Draw. Esta muestra es una
recopilación de dibujos que buscan rendirle honor al dibujo como principio
básico de ideas y un espacio que permite un universo de posibilidades
para explorar. La exposición estará hasta el 15 de agosto en el recién
remodelado Museo de la Ciudad de México.

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