Los moneros de los principales diarios del país han dejado marcada la historia mexicana como héroes improbables, siempre críticos ante sistemas autoritarios o injusticias innombrables.

Uno de ellos fue Abel Quezada, maestro de muchos y venerado por años. Sus personajes más clásicos, como El Charro Matías, Gastón Billetes o El Tapado, alivianaron las duras heridas de una realidad política que por años permaneció incuestionable y dejó en el abandono a millones de mexicanos. Quezada fue desde sus inicios un clásico de los cartones.

A 90 años de su nacimiento, el Museo de la Ciudad ha organizado una gran retrospectiva de la obra de este genio creador, que reúne 300 de sus mejores dibujos, trabajos inéditos, acuarelas y pinturas. El highlight de la muestra es la exhibición de “Petróleos Mexicanos: una historia en dos murales”, fresco figurativo y curioso que retrata los frutos de la expropiación petrolera y devela la brevísima etapa del autor como muralista. Vale la pena asistir a ver los mejores trazos de Quezada, que al menos nos sacará una sonrisa (si no una carcajada) y nos harán pensar en los pasados y futuros del país.

Caricatura. Museo de la Ciudad de México, Pino Suárez 30, Centro Histórico, 5542 0083, mar-dom, 10-18 hrs, $22.