Este fin de semana se estrena una de las películas más esperadas del verano; Lightyear. El cual sin que los creadores lo imaginaran, se convirtió en el personaje más entrañable de la franquicia Toy Story. Superando incluso al vaquero Woody, que era el protagonista original.

Este spin-off muestra el origen del piloto (no el juguete) de pruebas y astronauta que inspiró la creación de la figura de acción de Buzz Lightyear. La película fue coescrita y dirigida por Angus MacLane; está protagonizada por Chris Evans como la voz del personaje principal. Además de Keke Palmer, Peter Sohn, James Brolin, Taika Waititi, Dale Soules y Uzo Aduba, entre otros.

Es una película atípica por su acercamiento a temas como el Feminismo, el trabajo en equipo, la vejez y la crianza homo parental, estos elementos, rompen con la narrativa clásica de las cintas para toda la familia y acercan a los más pequeños a una historia original y mucho más cercana a la realidad.

La historia del astronauta

La historia y los planes para hacer una película sobre el personaje no son nuevos; el delineado de sus orígenes se remonta a la cinta que salió directo en video el año 2000: Buzz Lightyear of Star Command: The Adventure Begins. Que a su vez, derivó en el piloto de una serie de televisión; Buzz Lightyear of Star Command (2000-2001). Tras terminar de trabajar en Buscando a Dory, MacLane propuso hacer una película sobre Buzz Lightyear en Pixar. 

El resultado es un filme en el que Buzz es acompañado por un equipo atípico y diverso, que tras quedar abandonado en un planeta hostil, intenta encontrar la forma de volver a casa mientras enfrentan una amenaza que compromete la seguridad del universo. Se trata de una historia divertida, con un guión inteligente y momentos de mucha acción. 

La controversia de Lightyear

Pese a ello no ha estado exenta de controversia; desde críticas al ritmo del filme, hasta la lucha por el equipo de Pixar por poner el beso de la pareja homoparental en pantalla. Pues había sido eliminado porque Disney no estaba de acuerdo en mostrar lo que definieron como el “afecto abiertamente gay” en sus largometrajes.

Ahora, ha sido censurado nuevamente en al menos 14 países, que incluyen a Arabia Saudita, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos y Malasia, entre otros que, al regirse por la ley islámica, desaprueban el beso; pues esta ley criminaliza “la actividad sexual entre personas del mismo sexo” por ser “algo contrario a su cultura y a su religión”.

La polémica aún no termina, pero tampoco los avances en cuestiones  de narrativa e inclusión que  la película ofrece y que dará a las nuevas generaciones la posibilidad de aprender sobre amor diverso, tolerancia, trabajo en equipo e inclusión.

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